A veces, en Ses Oliveres Port de Sóller, tenemos sugerencias como esta: almeja concha fina, una delicia del mar que representa una buena parte de la gastronomía marinera mediterránea.
Almeja concha fina, en la sencillez está el gusto
Nos gusta ofrecérosla respetando siempre su pureza y características naturales, por eso una de las maneras de degustarla es cruda, con un toque de limón o bien acompañada por una salsa ligera.
El objetivo es que tanto la textura, carnosa de la almeja concha fina, como su sabor salino se destaquen al máximo.
La sencillez en la preparación de este plato no es casualidad: cuando se trabaja con ingredientes de tanta calidad, menos, es más. Cada bocado es una explosión de sabores que combina la dulzura natural de la carne de la almeja con el toque refrescante y cítrico del limón.
¿Preparamos la almeja concha fina a la plancha?
Otro modo habitual de disfrutar de la concha fina es ligeramente a la plancha, para resaltar aún más su textura sin perder su sabor fresco. La cocción rápida potencia sus matices y logra un equilibrio entre la delicadeza del molusco y la intensidad del mar.
Esta preparación, acompañada de un buen vino blanco mallorquín, es una opción ideal para aquellos que disfrutan de los frutos del mar en todo su esplendor.
La almeja concha fina es un molusco un poco más grande de lo que es habitual. Recibe su nombre precisamente porque las valvas parecen recién pulidas y tienen una superficie lisa y brillante.
Es un entrante perfecto que puede llevar a la degustación de uno de nuestros arroces o con un plato que nos gusta mucho: el pulpo mar y montaña, que, como su nombre indica, mezcla lo mejor de ambos mundos.
El placer de lo dulce en Ses Oliveres: el brownie de chocolate negro
Si bien la carta de Ses Oliveres Port de Sóller no es estática y va variando según los productos que encontramos en el mercado, los postres tienen algunas estrellas que siempre os gustan.
Una de ellas es el brownie de chocolate negro, aunque os adelantamos que la cobertura puede ir cambiando, ya que nos gusta combinar texturas y sabores con otros tipos de chocolate.
Quienes lo han probado aseguran que este postre es casi adictivo, por su textura densa y jugosa, que se deshace en la boca. La capa exterior le da el toque que le falta, sin pasarse de dulce.
El secreto detrás de este postre radica en la calidad del chocolate utilizado, que aporta un sabor profundo y un toque amargo que contrasta con la dulzura del azúcar y la cremosidad de los ingredientes.
En Ses Oliveres Port de Sóller servimos el brownie de chocolate negro con una bola de helado de vainilla, que añade una nota fresca y ligera al plato.
El contraste de temperaturas entre el brownie caliente y el helado frío es una combinación que encanta a los comensales y que eleva la experiencia aún más. Además, este postre a veces se adorna con un toque crujiente de frutos secos, muesli o virutas de chocolate o una salsa de chocolate extra, añadiendo una capa adicional de textura y sabor.
¿Queréis probar las almejas o este delicioso postre de chocolate?
Aquí podéis reservar vuestra mesa.