¿Quieres que te contemos sobre uno de los entrantes de lujo de Ses Oliveres? Se trata de esta combinación ganadora: ensaladilla rusa con tartar de atún y camarones crujientes, y no, no siempre está a vuestra disposición porque dependemos de lo que encontremos en el mercado.
Es una de nuestras sugerencias por excelencia, junto con otras como las raolas de chanquete -cuando es temporada- con sobrasada o las almejas de concha fina, que ofrecemos crudas y con un poco de limón y, si el comensal gusta, una copita de vino blanco bien frío.
Un entrante que enamora a primera vista
La presentación de este entrante es así de cuidada: una base de ensaladilla rusa, que rinde homenaje a la receta más tradicional: patata tierna, zanahoria, guisantes y mayonesa casera, suave y cremosa.
La ensaladilla se dispone en forma de timbal gracias a un aro de emplatar y se corona con el tartar de atún rojo fresco, cortado delicadamente y aderezado con varios ingredientes como aceite de oliva virgen extra, que realza su sabor natural.
El toque crujiente lo aportan los camarones fritos, que se coloca con maestría alrededor del círculo de ensaladilla. Estos camarones, rebozados en una fina capa, se fríen hasta alcanzar un dorado perfecto, logrando una textura crocante que contrasta magníficamente con la suavidad de la ensaladilla y el atún. El resultado es un plato que no solo satisface al paladar, sino que también conquista por su presentación cuidada y su aroma irresistible.
Maridaje perfecto en Ses oliveres: una experiencia redonda
Para disfrutar plenamente de este entrante, es esencial elegir una bebida que complemente y realce sus sabores. En Ses Oliveres Port de Sóller, la recomendación es acompañar la ensaladilla con tartar de atún y camarones crujientes con un vino blanco joven y fresco.
Un Albariño, con sus notas cítricas y toques de fruta de hueso, es una elección ideal. Su acidez equilibrada limpia el paladar después de cada bocado, mientras sus matices afrutados realzan el frescor del atún y armonizan con el toque cítrico del aliño. Otra opción excelente sería una modalidad de Verdejo, conocido por sus notas herbáceas y su vivacidad, que encajan perfectamente con los ingredientes frescos del plato.
Para quienes prefieren los caldos mallorquines, podemos aconsejaros sobre los vinos blancos que tenemos en nuestra carta y ayudaros a elegir uno que os encante.
Y quienes prefieren una opción sin alcohol, un agua con gas bien fría con una rodaja de limón puede ser una alternativa refrescante. También un té frío ligeramente infusionado con cítricos o jengibre podría aportar una experiencia diferente, equilibrando la untuosidad de la ensaladilla y destacando las notas crujientes de los camarones.
Un entrante inolvidable
La ensaladilla con tartar de atún y camarones crujientes de Ses Oliveres es más que un entrante; es un viaje culinario que prepara el paladar para el resto del menú.
Este plato es la prueba de cómo la cocina mediterránea puede reinventarse sin perder su esencia, ofreciendo una experiencia que combina sabores familiares con un toque de sorpresa. Acompañado del vino adecuado, se convierte en un auténtico placer que los comensales recordarán mucho después de haber terminado su comida.
¿Sabéis que muy pronto volvemos a estar a vuestra disposición? Reservad ya vuestra mesa.