Hay platos que saben a Mediterráneo incluso antes de probarlos. Basta con ver cómo el sol se filtra entre las ramas de los olivos del Port de Sóller y cómo el aroma a mar y a leña se mezcla con el de un arroz recién hecho. En Ses Oliveres, esa magia se renueva cada día con su arroz seco de pescado y marisco del día, una especialidad que resume todo lo que representa la cocina del restaurante: producto fresco, tradición mallorquina y respeto absoluto por el sabor.
Antes de llegar a la mesa, el protagonista de este arroz se elige cuidadosamente en el expositor de pescado del restaurante, una vitrina que parece un pequeño mercado frente al mar. Allí descansan los tesoros del Mediterráneo: gallos, gambas rojas, cigalas, sepias, mejillones y pescados de roca recién llegados de las barcas del puerto. Según lo que la mar ofrece, el equipo de cocina prepara el arroz con distintas combinaciones, siempre con ese punto justo de socarrat y un fondo intenso que despierta el apetito.
¿Con qué quieres acompañarlo?
Cada bocado concentra el trabajo del pescador, el mimo del cocinero y la calma del entorno. Es un plato que invita a compartir, ideal para acompañar con una ensalada fresca de temporada o con una copa de vino blanco mallorquín, como un blanco de la Serra de Tramuntana o un prensal con notas cítricas que realza los sabores del mar.
Comerlo en la terraza de Ses Oliveres, frente al paseo marítimo y con el sonido de las olas de fondo, es una experiencia que trasciende lo gastronómico: es una celebración de la vida mediterránea en su forma más pura.